Ejercicio moderado: una herramienta aliada para mantener fuerza y movilidad

Durante años, a muchas familias se les dijo que los niños con Duchenne no debían hacer ejercicio por miedo a dañar más los músculos. Pero hoy, estudios recientes han demostrado que el ejercicio moderado, guiado por profesionales, puede ser beneficioso si se hace de forma segura.

Actividades como caminar en terreno plano, bicicleta estática suave o ejercicios en agua (hidroterapia) pueden ayudar a mantener la movilidad y retrasar la rigidez. El ejercicio también tiene un impacto positivo en el estado de ánimo, el sueño y la autoestima.

Es muy importante que cualquier rutina sea supervisada por un equipo médico o fisioterapeuta especializado, para evitar sobreesfuerzo o fatiga muscular.

¿Por qué importa?
Porque moverse, dentro de los límites adecuados, es una forma de mantener la autonomía y calidad de vida. Y lo más valioso: el movimiento también es una oportunidad de juego, vínculo y alegría en familia.

Fuente:

World Duchenne Organization – Physical Activity and DMD
Ricotti et al. (2016). Physical Activity in Duchenne Muscular Dystrophy: A beneficial or harmful intervention?PubMed